Explorá el aprendizaje basado en proyectos

Explorá el aprendizaje basado en proyectos

El aprendizaje por proyectos, ya se ha convertido en una herramienta clave en muchos centros, tanto como desde la primaria como hasta la universitaria.  

¿En qué consiste exactamente? Y lo que es más importante, ¿qué beneficios nos puede ofrecer?  

Los tiempos han cambiado. Las clases magistrales han sido útiles durante mucho tiempo. Pero las nuevas tecnologías, la necesidad de trabajar en red y en equipo y, en definitiva, la voluntad de buscar nuevas metodologías más provechosas nos ha dado impulso para llegar hasta aquí. 

El aprendizaje basado en proyectos es una metodología que permite a los estudiantes adquirir los conocimientos y competencias clave en el siglo XXI mediante la preparación de proyectos que dan respuesta a problemas de la vida real.  

Los estudiantes se convierten en actores de su propio aprendizaje y desarrollan su autonomía y responsabilidad, ya que son ellos los encargados de planificar, estructurar el trabajo y elaborar el producto para resolver el argumento planteado. La labor del docente es guiarlos y apoyarlos a lo largo del proceso.  

El aprendizaje por proyectos sitúa a los discentes como protagonistas de su aprendizaje. A través de esta estrategia educativa, los estudiantes dejan de ser solo receptores de información, para pasar a afrontar nuevos retos y proyectos en primera persona.  

A través del aprendizaje por proyectos aprenden a pensar por ellos mismos, se equivocan, rectifican y son conscientes de sus errores. Esto fomenta, a la vez, el espíritu crítico de los alumnos.  

Normalmente, en el aprendizaje por proyectos se trabaja en la elaboración de un proyecto, normalmente en grupo, en el cual los alumnos tienen que dar solución a un problema real. Esto exige una buena dosis de razonamiento para buscar una respuesta, pensamiento crítico para escoger la mejor solución y capacidad de análisis, para dirimir finalmente si esta ha sido la idónea. 

Cinco ventajas del aprendizaje por proyectos 

Formación para el futuro. Cuando trabajamos por proyectos, educamos personas que crecen motivadas, porque lo hacen sobre planteamientos basados en la realidad. Para los alumnos son retos, con los cuales conectan directamente con el conocimiento. Estos tienen, además, la posibilidad de ensayar la resolución de problemas que como adultos seguro que tendrán que enfrentar más adelante.

El poder del trabajo colaborativo. El aprendizaje por proyectos nos ofrece otro beneficio suficientemente importante: la capacidad de hacer cosas en equipo. La cooperación es una habilidad básica para ocuparse, así que nunca es demasiado temprano para empezar. La resolución de problemas se suele hacer en conjunto y esto exige aplicar técnicas de trabajo en equipo, así como resolver los contratiempos, que puedan surgir con los diferentes miembros. La tarea del docente aquí es doble, pero cuando las cosas salen bien, todas las partes salen reforzadas.

Más autonomía. La adquisición de autonomía es una parte indivisible del aprendizaje por proyectos. Aunque los estudiantes son guiados y dirigidos en todo momento por el facilitador, la fórmula de esta metodología apuesta firmemente por el trabajo autónomo. Y la autonomía se complementa con la atención, la capacidad de tomar decisiones y la responsabilidad.

La semilla del espíritu crítico. En las metodologías tradicionales, normalmente se utiliza un autor o fuente (los libros) como referencia. En cambio, en el aprendizaje por proyectos se permite al discente buscar sus propias respuestas. Eso sí, habrá que guiarlos en este camino, haciendo las preguntas acertadas y ofreciéndoles las metodologías más adecuadas.

¿Proyectos? ¡Como la vida misma! Aprender por proyectos exige a los estudiantes y a los docentes utilizar herramientas y enfrentarse a las mismas dificultades que cualquiera encuentra en la vida real. Las experiencias, los problemas y las circunstancias tienen más verdad que los libros de texto. Entonces, el aprendizaje por proyectos es una manera de empezar a resolver y entrenar estas competencias básicas para el futuro

 

Lic. José Antonio Zúñiga Loría, docente universitario.